“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”
Timoteo 2:22
Mabel se destacaba en las actividades espirituales. Todos esperaban ver en ella un futuro promisorio… pero no está más en la iglesia; eligió evitar los problemas con su esposo no creyente. Un noviazgo con un muchacho no adventista, un embarazo no deseado y un matrimonio casi forzado acabaron con sus sueños.
Todos tenemos el instinto de conservación; nos cuidamos al cruzar la calle, nos lavamos las manos para evitar enfermedades y qué decir del cuidado que tomamos al pasar por un precipicio. Los escaladores pueden dar crédito de esto. ¡Cuántas precuaciones se toman en estas situaciones!
Lo extraño del comportamiento humano es que no tomamos las mismas precaucioones frente a las amenazas espirituales. Caminamos peligrosamente al borde del precipicio de las tentaciones. “Voy a una fiesta para acompañar a mis amigas”; “voy a revisar materiales espiritistas para conocer cuán malo es y así ayudar a mis amigos”; “voy a salir con mi novio, no sé el lugar ni la hora, pero no pasará nada, los dos somos adventistas”; “puedo ver en la televisión cualquier tipo de programa, tengo criterio para no dejarme influenciar”. Así caminamos al borde del precipicio sin ninguna precaución.
A menudo escuchamos frases como “eso le pasó porque seguramente no estaba bien espiritualmente”; “a ella le ocurrió por que no leía la Biblia como yo lo hago”; “mi novio no es adventista pero tengo mis principios firmes; nunca dejaré la iglesia”; “yo nunca caeré en ese pecado”, etc.
El consejo de Dios es “huye de las pasiones juveniles”, así como lo harías de la lepra, el cáncer, el SIDA o cualquier enfermedad contagiosa o mortal. No juegues con el fuego, te puedes quemar; es mejor prevenir que lamentar. Las consecuencias son tristes y a veces irreversibles. Un embarazo no deseado no solo destruye tus planes o tu vida, sino la de otras personas, como la de un bebé que, sin culpa alguna, se criará en una familia atípica y tendra problemas de identidad.
¡Cuida tu vida física y espieritual!
Adriana Rojas de Vallejos, Bolivia
Tomado de: Devocionales Matutina para Damas 2014 “De mujer a mujer”
by: Pilar Calle de Hengen, Imagen by: v3wall
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