febrero 05, 2014

Creadas para más | Matutina para Mujeres

1440_900_20091209101150862397

“Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos [...] E invocó al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, sí me dieras bendición, y ensancharás mi territorio […]!”
1 Crónicas 4:9, 10.
Cuando era niña, cada 24 de mayo esperaba con ansias el desfile cívico de mi ciudad (Quito) y me las ingeniaba para ubicarme en primera fila, y si era necesario en puntas de pie para ver el espectáculo.
Aun así, mi escasa estatura no me dejaba ver, hasta que papá me subía sobre sus hombros y me ayudaba a ver “desde arriba”.
En mi adolescencia me pregunté más de una vez: “¿Dios me creó solo para ayudar a mamá en los quehaceres de la casa, cuidar de mis sobrinos, estudiar y traer reportes con buenas notas?” En mis primeros años como cristiana me cuestionaba: “¿Será que todo lo que tengo que hacer es sentarme a escuchar al predicador, dirigir una clase de niños y visitar a los débiles en la fe?”
Mi visión se aclaró cuando encontré a este desconocido héroe de la Biblia. Había oído mucho acerca de Moisés, David y Juan el Bautista, ¿pero quién es Jabes? Aparece oculto en medio del árbol genealógico de Israel, y parado en “puntas de pie”, tratando de ver por encima de los obstáculos que tenía frente a él. Dios consideró a Jabes ilustre, tanto que decidió incluir su oración en la Biblia.
Jabes creyó que la naturaleza de Dios era bendecir, y más aún, que deseaba bendecirlo a él específicamente. Por eso, todos los días clamaba al Dios de Israel que aumentara el tamaño de su territorio. Le pidió más tierras, cabras y negocios, es decir que multiplicara lo que ya le había dado.
¡Qué osadía!
Cuando me casé, mi esposo estaba cursando el segundo año de estudios en la facultad de Teología, y yo solo me dedicaba a atenderlo a él y a la casa, y volví a preguntarme: “¿Para qué fui creada?” Entonces empecé a decirle a mi Padre: “Por favor, ensancha mi territorio; déjame hacer más por ti”.
Dios me permitió dar un paso al frente hacia nuevas oportunidades: aprendí a colportar, dictar seminarios y evangelizar usando los conocimientos y talentos que él me dio. Seas esposa, madre, hija, viuda o soltera, no importa cuáles sean tus circunstancias, Dios quiere entrar en tu vida, como lo hizo con Jabes y volver a escribir el resto de tu historia.
Yolanda C. Franco Castillo de Vinueza, Ecuador
MATUTINA PARA LA MUJER 2014 “DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall
Share:

Related Posts:

0 comentarios: