Un equipo de biólogos del Reino Unido, Alemania y México descubrió en cuevas submarinas de la costa mexicana el primer crustáceo venenoso.
La especie, denominada 'Speleonectes tulumensis', utiliza su veneno para cazar otros crustáceos. El animal vive en lagos y cuevas submarinas de México, así como del Caribe, las islas Canarias y Australia, según el artículo publicado por los científicos en la revista 'Molecular Biology and Evolution'.
La particularidad del 'Speleonectes tulumensis' no reside en su apariencia, sino en el hecho de que es la única especie de crustáceo venenosa de las 70.000 especies identificadas hasta ahora.
Pese a que el animal fue descubierto en los años 80 del siglo pasado, solo ahora ha trascendido la característica que lo hace singular. Su potente veneno es el resultado de un complejo cóctel de toxinas que incluye enzimas y otros agentes que paralizan a sus víctimas.
Empleando una fuente de radiación sincrotrónica, los científicos construyeron un modelo tridimensional del cuerpo del crustáceo. El modelo muestra la presencia de dos grandes glándulas conectadas mediante conductos a orificios de las mandíbulas.
Dado que las proteínas (incluyendo las potentes toxinas) se sintetizan a partir del ARN mensajero, su análisis permitió revelar la estructura proteínica del veneno del 'Speleonectes tulumensis', que está conformada por 191 proteínas producidas por las glándulas exocrinas.
Entre ellas figura una toxina nerviosa. También incluye enzimas que descomponen las proteínas y la quitina que forman el esqueleto de los invertebrados.
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