octubre 31, 2013

Cuando los líderes se conocen | Matutina (J)

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Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos
Salmo 119:45
 George R. Knight cuenta la siguiente historia en su libro Lest We Forget [No sea que olvidemos]. John Norton Loughborough había predicado como adventista dominical durante unos tres años y medio, cuando conoció a un predicador adventista del séptimo día.
A Loughborough le habían dicho que el grupo que estaba a punto de conocer no solamente guardaba el sábado en vez del domingo, sino que cuando se reunían gritaban, aullaban y tenían un comportamiento escandaloso en sus reuniones. Asimismo, a estos creyentes se les atribuían diversas actitudes fanáticas en sus prácticas religiosas.
Por tanto, Loughborough no estaba muy ansioso por conocer a ese tipo de gente. Pero un hombre de Rochester, Nueva York, llamado Orton, le comunicó que los adventistas del séptimo día celebraban reuniones en el número 124 de la Avenida Mount Hope, y que tenían que asistir a ellas.
Loughborough declinó la invitación al principio, pero Orton le respondió: “Usted tiene la obligación de asistir, porque algunos miembros de su rebaño se han unido a los adventistas del séptimo día y su deber es sacarlos de esa herejía y traerlos de vuelta al redil. Ellos le darán a usted la oportunidad de hablar en la reunión. Por tanto, prepare bien sus textos bíblicos y podrá mostrarles en dos minutos que el sábado ha sido abolido”.
Con aquel desafío resonándole en los tímpanos, Loughborough preparó sus textos bíblicos y, en compañía de varios de sus miembros adventistas del primer día, se dirigió a la reunión de los adventistas sabáticos.
El joven predicador nunca más sería el mismo. Las reuniones eran totalmente ajenas al fanatismo y a cualquier demostración ruidosa. Un ministro de nombre John Nevins Andrews tomó los mismos textos sobre la ley y el sábado que Loughborough había preparado, y los explicó uno por uno. Andrews no solamente citó los mismos textos, sino que lo hizo, según Loughborough dijo después, en el mismo orden en que él los tenía anotados.
Aquello fue demasiado para él. Loughborough aceptó el sábado en septiembre del año 1852 e inmediatamente comenzó a predicar como adventista del séptimo día.
Muchos años después sería el pionero que llevaría el mensaje adventista a California y a Inglaterra. Sirvió como pastor y administrador en varios lugares de Estados Unidos y publicó la primera historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1892, The Rise and Progress of Seventh-day Adventists [Origen y progreso de los adventistas del séptimo día], reeditado en 1905 como The Great Second Advent Movement [El gran movimiento del segundo advenimiento], ¿Deseas también que Dios te use? La decisión es tuya.
MATUTINA PARA JÓVENES ¿SABÍAS QUE…?
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