Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.
Efesios 2:6-7
La famosa actriz Elizabeth Taylor recibió de uno de sus esposos un regalo excepcional: un diamante de casi setenta quilates de peso, y que años después ella misma ofreció a la venta nada más y nada menos que por la cantidad de cinco millones de dólares. Debido a su elevado costo, dicha joya permanecía en una bóveda de seguridad, lejos de la vista de todos, incluso de su dueña. ¡Qué lástima!
Una joya tan hermosa que no se podía admirar. ¿No es eso una ironía? Todas nosotras recibimos de nuestro Padre celestial talentos diversos, joyas de incalculable valor, y lo mejor de todo es que podemos lucirlos y emplearlos como un tributo a su gran bondad y al amor que siente por cada una de nosotras. Nuestra riqueza es más valiosa que un diamante. Dios nos ha otorgado dones maravillosos que hacen hermosa nuestra personalidad, y nos convierten en mujeres valiosas dondequiera que nos encontremos.
Es posible que pienses que eres poco afortunada; o que Dios se ha olvidado de ti y su generosidad no te alcanza. No sé, quizás conozcas a algunas mujeres que brillan como un diamante. Admirar a otras personas es bueno cuando hacen algo digno, aunque jamás deberíamos hacerlo para compararnos con ellas. Tu misión hoy consiste en trabajar contigo misma,
y pedirle al Señor que te ayude a descubrir los preciosos dones y las habilidades que mantienes ocultos, o que no has descubierto todavía. Estás a tiempo. El método de Dios para lograrlo es el servicio. Es únicamente por medio de actos de servicio al prójimo y a Dios como podrán manifestarse en nuestras vidas las capacidades que él nos ha dado.
Las joyas que Dios te ha concedido no deben permanecer guardadas. Haz uso de ellas con alegría, para la honra y la gloria de Dios. Límpialas y sácales brillo todos los días. La mejor forma de hacerlo es mediante la práctica. Al poco tiempo te darás cuenta de que por la gracia de Dios eres capaz de hacer cosas que jamás habías imaginado. ¡Hoy es un buen día para comenzar!
MATUTINA LA MUJER “ALIENTO PARA CADA DÍA”
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