El sábado, hombres armados entraron al centro comercial Westgate en la capital de Kenia, Nairobi, donde se calcula que había más de mil de personas, entre ellas varios niños.
Sobrevivientes aseguran que los atacantes les dispararon a decenas de personas y tomaron como rehenes a otras varias. Uno de los supuestos portavoces de la organización radical somalí al Shabab se adjudicó el ataque y dijo que era una represalia por el envío de tropas keniatas a combatir sus fuerzas.
Tras desplegar decenas de agentes de seguridad, el lunes, el ministerio del Interior aseguró que la situación estaba controlada y que casi todos los rehenes habían sido liberados. Periodistas y corresponsales que se encuentran en la zona hablan de tensión y de incertidumbre, pues se oyen disparos pero se desconoce a quién pertenecen. Una columna de humo sale del centro comercial. Las autoridades dijeron que los atacantes estaban quemando colchones.
Miles de voluntarios en los alrededores del centro comercial Westgate de Nairobi han estado donando su sangre para atender a los heridos.
Según el conteo parcial ofrecido por la Cruz Roja, 62 personas murieron en el ataque.
Otras 175 sufrieron heridas y 63 se encuentran desaparecidas.
Aunque "la mayoría" de los rehenes ya fueron rescatados, aún hay "un pequeño número" que sigue en manos de los atacantes, según informó el portavoz de las fuerzas de defensa kenianas, coronel Cyrus Oguna.
Corresponsales en la zona informaron que soldados y policías habían iniciado una nueva operación para asegurar el edificio.
En el centro había más de 1.000 personas cuando comenzó el ataque el domingo.
El grupo islamista somalí al Shabab, movimiento vinculado a al Qaeda, se adjudicó el atentado y dijo a través de su cuenta de Twitter que fue en respuesta a la presencia militar de Kenia en Somalia.
Desde que ocurrió el atentado a las 12:00 hora local del sábado, el centro comercial ha estado rodeado por policías y soldados del ejército keniano.
En imágenes capturadas momentos después de que iniciara el ataque, se ve a compradores -muchos de ellos con niños- intentando huir del lugar.
"Vamos a perseguir a los responsables dondequiera que se escondan. Vamos a llegar a ellos y a castigarlos por este crimen atroz", dijo el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, quien agregó que entre las víctimas hay miembros de su familia.
Entre las víctimas se encuentra el poeta ghanés Kofi Awoonor, uno de los mayores exponentes de la literatura africana.
Este es uno de los peores ataques ocurridos en Kenia, desde el ataque a la embajada de Estados Unidos en agosto de 1998.
La policía de Nueva York anunció este domingo que incrementaría la seguridad en algunos lugares de la ciudad, en respuesta al ataque en Nairobi, que iba "dirigido a los occidentales".
via BBC
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