marzo 16, 2014

Dulce como la miel | Matutina para Mujeres

1440_900_20100304011340156705

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
1 Pedro 5:7.
Cursaba mi sexto mes de embarazo y eso me tenía muy feliz. Me había enterado de que mi segundo hijo sería una niña, cuando sucedió algo inesperado: comencé a perder líquido amniótico. Se había abierto una fístula en la bolsa uterina y mi bebé corría riesgo de vida.
Por ese entonces vivíamos en Ciudad del Este, Rep. del Paraguay. Después de guardar reposo durante un mes, viajamos de urgencia al Sanatorio Adventista de Asunción. Luego de tres días de internación, me hicieron una cesárea, pues había perdido todo el líquido amniótico y mi pequeña luchaba por su vida.
Finalmente, nació mi bebé, sietemesina y con 1.650 g. ¡Era tan chiquita y frágil! La llamamos Pámela Melissa, que significa “dulce como la miel”. Fueron días muy difíciles para todos. Pámela perdió más de 200 g de peso, en vez de aumentarlos, y a nosotros nos embargaba la tristeza.
Un día, mi hijito de tres años, que estaba todo el tiempo a mi lado, me habló de una manera muy tierna y segura: “Mamita, ¡todo va estar bien!
Jesús está cuidando y sanando a Pámela; todo va terminar bien”. Eran palabras de una persona mayor, y en boca de un niño de tres años me pareció la voz de Dios. Al mirar a mi hijo tan pequeño, enseñándome a tener confianza, entendí que Dios es así: tierno y poderoso para obrar milagros en nuestra vida. Yo tenía que confiar como confiaba mi niño.
Como familia nos consolábamos en el himno “Dios cuidará de ti”, y aunque muchas veces llorábamos de angustia, sus palabras y su melodía nos consolaban y sentíamos que Dios nos hablaba al corazón: “Dios cuidará de ti, velando está su tierno amor. Sí, cuidará de ti, Dios cuidará de ti”.
Después de 38 días salimos del Sanatorio con Pámela. Pesaba apenas dos kilogramos, pero volvimos con ella en los brazos a nuestra casa, felices porque todo había salido bien.
Gracias, Señor, porque usaste a un niño tan pequeño para recordarme tu tierno y poderoso amor. Hoy Pámela tiene seis años y mucha salud. Es inteligente y una excelente amiga para su hermano Leonardo, de nueve años. Somos una familia feliz que desea ir al cielo y darle personalmente las gracias a Jesús por su amor y poder.
Patricia Miranda de Flor, Uruguay

LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com

Share:

0 comentarios: