“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”.
Mateo 5:13.
Hoy es un nuevo día, con desafíos, proyectos, alegrías o con tristezas, pero con una compañía muy especial: nuestro buen Jesús, quien nos ayuda a llevar nuestra vida con fuerzas, sabiduría y gozo. De todos mis proyectos, le daré especial atención y cuidado al de ser madre.
Mis mellizos Jader y Jared, de cinco años, me ayudan en este diario desafío. Considero que la tarea de ser madre es un gran privilegio y a la vez una gran responsabilidad, ya que ellos serán lo que nosotras sembremos en sus vidas, que están a nuestro cuidado.
En agosto de 2010 decidí renunciar a mi trabajo, y con mi esposo tomamos una decisión: yo no trabajaría más fuera de casa y me dedicaría a la crianza y educación de mis hijos. Fue una decisión difícil porque la sociedad actual, con tantos desequilibrios económicos, impone la necesidad de trabajar para lograr los objetivos familiares.
Nosotras, como esposas y madres, somos la sal del hogar. No me arrepiento de haber tomado esa decisión. Son muchos los aspectos de nuestra vida familiar que han mejorado: la relación con mis hijos se ha tornado más amistosa, he tratado de formar hábitos y horarios en actividad diaria, hacemos el culto con más tranquilidad, cantamos, jugamos, la mayoría de los días disfrutamos del parque y, sobre todo, hemos ganado en experiencia espiritual.
Me tomó tiempo adaptarme a mi nueva vida, a mi nuevo trabajo no remunerado (materialmente, claro), pero estoy feliz pues recibo grandes recompensas afectivas y momentos inolvidables para mis hijos y para mí.
Querida amiga, tú y yo somos la sal de nuestro hogar, las que ponemos el sabor y el color en nuestro pequeño cielo, las que hacemos que nuestro hogar sea un lugar agradable y feliz para toda la familia. Así como preparamos deliciosas recetas en la cocina, debemos dar la sazón celestial a nuestro hogar.
Dios te bendiga hoy en cada una de las decisiones que tomes respecto de tu familia. Que el Señor reine en tu hogar, te dé la idoneidad que necesitas en tu delicada tarea y disfrutes su presencia.
Celia Oliva Ayala de Guamán, Ecuador
LECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER”
by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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