marzo 05, 2014

Bates difunde el sábado–2 | Matutina para Adultos

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Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y   reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.                                                                                           1 Pedro 3:15.

Por decirlo suavemente, José Bates era un testigo entusiasta de su nueva comprensión del día de reposo sabático. En 1854, por ejemplo, el joven Stephen N. Haskell (predicador adventista del primer día) se encontró con ese torbellino de energía, convicción y entusiasmo. A Haskell, de 21 años, le habían presentado el día de reposo sabático, pero no estaba totalmente convencido del tema.

Entonces, alguien guió a Bates hasta la casa de Haskell. Haskell informa que José pasó diez días con ellos, predicando cada noche, y también el sábado y el domingo. Pero, más allá de eso, el irreprensible Bates daba estudios bíblicos para Haskell y otros más “de la mañana hasta el mediodía, y del mediodía hasta la noche, y luego en la noche hasta la hora de irse a dormir”. “Hizo eso durante diez días consecutivos”, informó Haskell más adelante; “y desde entonces soy adventista del séptimo día”. Ni una sola vez dudó de la importancia del sábado después de eso. ¡Bates lo había vuelto a hacer!

Pero, no siempre tuvo éxito en su testificación. Uno de sus mayores fracasos ocurrió en agosto de 1846, el mes en que conoció a un joven predicador de la Conexión Cristiana y a su novia: Jaime White y Elena Harmon. Bates, por supuesto, dio rienda suelta a uno de sus amplios estudios bíblicos sobre aquello que se había convertido en su tema predilecto. ¿El resultado? ¡Fracaso! ¡Un fracaso total!

Ambos rechazaron su enseñanza sobre el día de reposo sabático. Elena recordaba que “el pastor Bates observaba el sábado y hablaba de su importancia. Yo no veía cuál podía ser su importancia, y pensaba que el pastor Bates erraba al espaciarse en el cuarto Mandamiento más que en cualquiera de los otros nueve” (1888, TI 76).

Su encuentro con Jaime White y su futura esposa no fue el único acontecimiento importante que ocurrió en agosto de 1846. Ese mes, Jaime y Elena se casaron, y también apareció la publicación del primer librito de Bates sobre el sábado, titulado The Seventh-day Sabbath, a Perpetual Sign [El día de reposo del séptimo día, una señal perpetua].

Pero, antes de comenzar con esos acontecimientos debemos detenernos un poco más en Bates. Podemos aprender al menos tres lecciones de él. Primero, que es fácil volverse parcial y desequilibrado en nuestra presentación del mensaje bíblico. Segundo, que incluso los más fervientes fracasan de tanto en tanto. Tercero, que el fracaso no es una excusa para dejar de intentarlo.

Tomado de: Devocionales Matutina para Adultos 2014
“A menos que Olvidemos” by: George R. Knight, Imagen by: v3wall

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