octubre 01, 2011

SAULO EN DAMASCO

En su encuentro con Jesús, Saulo quedó ciego. Luego se le ordenó ir a la casa de un hombre llamado Judas, y que esperara allí a otro hombre, llamado Ananías. Sin duda, la ceguera física de Saulo fue un poderoso recordativo de la mayor ceguera, espiritual, que lo condujo a perseguir a los seguidores de Jesús.

La aparición de Jesús en el camino a Damasco cambió todo. Saulo pensaba que lo que creía era la pura verdad, pero había estado totalmente equivocado. En lugar de trabajar para Dios, había estado actuando contra él. Saulo entró en Damasco como un hombre diferente del orgulloso y celoso fariseo que había salido de Jerusalén. En lugar de comer y beber, Saulo pasó sus primeros tres días en Damasco en ayuno y oración, reflexionando en lo sucedido.

Lee Hechos 9:10 al 14. Imagínate lo que habrá pasado por la mente de Ananías: Saulo ya no era el perseguidor, sino un creyente en Jesús. También era Pablo, el apóstol elegido por Dios para llevar el evangelio al mundo gentil _{ver Hech. 26:16-18.

No es extraño que Ananías estuviera confundido. Si la iglesia de Jerusalén vacilaba en aceptar a Pablo unos tres años después de su conversión (Hech. 9:26-30), uno puede imaginarse las preguntas y las preocupaciones de los creyentes en Damasco ¡solo unos días después del evento!

Nota, también, que Ananías recibió una visión en la que el Señor le daba las sorprendentes e inesperadas noticias acerca de Saulo de Tarso. Cualquier otra cosa no lo habría convencido de que era cierto lo que se le dijo de Saulo: que el enemigo de los creyentes judíos había llegado a ser, ahora, uno de ellos.

Saulo había salido de Jerusalén con la autoridad y la comisión de los principales sacerdotes de desarraigar la fe cristiana (Hech. 26:12). Sin embargo, Dios tenía una comisión muy diferente para Saulo, que descansaba sobre una autoridad mucho mayor. Saulo debía llevar el evangelio al mundo gentil, una idea que debió de haber sido aún más chocante para Ananías y los otros creyentes judíos que la misma conversión de Saulo.

Donde Saulo había pensado reducir la expansión de la fe cristiana, ahora Dios lo usaría a él para aumentarla, más allá de lo que los creyentes judíos hubieran podido imaginar.

Lee 1 Samuel 16:7, Mateo 7:1 y 1 Corintios 4:5. ¿Cuál es el mensaje de estos textos con respecto a por qué debemos ser cuidadosos en nuestra manera de ver las experiencias espirituales de otras personas? ¿Qué errores has cometido en tu juicio acerca de otros, y qué aprendiste de esos errores?

¡Qué cambio en la vida de un hombre! Jesús se presentó a Saulo, en su jornada hacia Damasco, en una visión de luz muy brillante que la del sol del mediodía y lo lanzó al polvo de la tierra con todas sus aspiraciones y glorias humanas.

En medio del fulgor, se oye una voz decir: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Atónito por lo que estaba aconteciendo, Saulo pregunta: “ ¿Quién eres Señor?” A la voz responde de manera penetrante y convincente: “Yo Soy Jesús a quién tú persigues”

La luz fue tan brillante que cegó a Saulo. Era el brillo de la gloria de Jesús, más la suavidad de la voz fue tan poderosa que Saulo preguntó sumiso: “ ¿Qué debo hacer, Señor?” - {Hechos 22:10.

La orientación fue “Ve a Damasco para donde estabas yendo en busca de mis discípulos, para maltratarlos, y uno de ellos va a decirte lo que debes hacer”

En Damasco, Jesús preparó a Ananías para ser el hilo humano en la preparación de Saulo para el ministerio evangélico.”El Salvador lo puso al indagador judío en contacto con su iglesia, para que obtuviese el conocimiento de la voluntad de Dios con relación a él”. Hechos de los {Apóstoles, pág. 120.

Así nació el mensajero de Dios para conmover el mundo de sus días con las Buenas Nuevas de la salvación. A respecto de Pablo se dice: “ Pablo y Silas revolvieron al resto del mundo de cabeza para abajo, y ahora están aquí perturbando a nuestra ciudad”. {Hechos 17:6 – Biblia Viva.

El mundo hoy, está necesitando de perturbadores del quilate de Pablo.
Piense: “Así sancionó Jesús la autoridad de su iglesia organizada, y puso a Saulo en relación con los agentes que había designado en la tierra. Cristo tenía ahora una iglesia como su representante en la tierra, y a ella incumbía la obra de dirigir al pecador arrepentido en el camino de la vida”. - {Hechos de los Apóstoles, pág. 122.

Desafio: “Cristo es la fuente, y la iglesia, el canal de comunicación” {Hechos de los Apóstoles, pág. 122.

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