agosto 09, 2016

Audiencia con el Eterno – 3 | Matutina para Adultos 2016

La verdad de los elegidos

“Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos”. Salmo 119:99,100, NVI

PROSIGAMOS CON los ámbitos tercero, cuarto y quinto.
  1. Mentalmente. Según el Journal of the American Medical Association, el Instituto sobre el Envejecimiento, organismo oficial de los Estados Unidos, descubrió que “los adultos que participan regularmente en actividades intelectualmente estimulantes [como la memorización] pueden reducir su riesgo de desarrollar demencia, tal como la enfermedad de Alzheimer, hasta en un 47 por ciento”
(http://jama.ama-assn.Org/cgi/content/abstract/287/6/742).
Aunque David no habla de la gerontología en nuestro texto de hoy ni describe una ventaja del 47 por ciento, expresa la afirmación fenomenal de que meditar en la Palabra de Dios ¡aumenta el discernimiento mental sin importar la edad! “La Biblia, tal como está escrita, ha de ser nuestra guía. No hay nada más a propósito para ampliar la mente y fortalecer el intelecto que el estudio de la Biblia” (Mente, carácter y personalidad, t. 1, p. 95).
Pero hay más: “Confíense a la memoria los pasajes más importantes de la Escritura, no como una imposición, sino como un privilegio. Aunque al principio la memoria sea deficiente, adquirirá fuerza con el ejercicio” (Conducción del niño, p. 484; la cursiva es nuestra). Es incontrovertible que Dios promete bendecirnos mentalmente cuando nos relacionamos con él en las Sagradas Escrituras.
  1. Socialmente. No hay esfera de la vida que Dios no pueda bendecir. Por sorprendente que parezca, la Biblia puede guiar a los que buscan pareja. Si sigues la exhortación de padres piadosos (Prov. 6:20-22), la dirección del Espíritu Santo (Rom. 8:4) y el consejo de Dios (Sal. 32:8), “él te concederá las peticiones de tu corazón” (Sal. 37:4). La historia de amor de Isaac y Rebeca es un precioso ejemplo (Gén. 24). Pero la Biblia no solo te ayuda a encontrar pareja, sino también a conservarla. Lee el libro de Proverbios y Efesios 5 en algún momento. Dios promete bendecirte socialmente cuando lo buscas en su Palabra.
  2. Económicamente. Otra promesa fenomenal es la que hace Dios en Malaquías 3:10, NVI: “Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto -dice el Señor Todopoderoso-, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde”. ¡Tremenda promesa! “Cuandoquiera que los hijos de Dios, en cualquier época de la historia del mundo, […] reconocieron los derechos de Dios y cumplieron con sus requerimientos, honrándole con su sustancia, sus alfolíes rebosaron” (Consejos sobre mayordomía cristiana, pp. 361,362). ¡Dios siempre cumple lo que promete!

ELEGIDOS
El sueño de Dios para ti
Por: Dwight K. Nelson

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