julio 11, 2016

Conectados 24/7 | Matutina para Jóvenes 2016

“El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto” (Juan 15:5).

A qué red social estás conectado? La mayoría de nosotros forma parte de los más de mil millones de personas que constituyen la red de Facebook, la madre de las redes sociales. Otros más están conectados a Twitter, que se distingue por la rapidez en que pone a circular la información. Si eres un profesional y deseas cambiar de trabajo o conocer gente de tu misma profesión, entonces habrás de conectarte con Linkedin. Si eres aficionado a compartir videos o fotografías, Instragram será tu mejor opción para mantenerte conectado. En fin, de una u otra manera vivimos conectados a las redes sociales.
Todo esto ha generado una nueva adicción: la adicción a las redes sociales. En su libro Disconnected, Nicole M. Radziwill escribió lo siguiente:
“He oído decir que el primer paso para solucionar un problema es admitirlo. Así que tengo que confesar que soy adicta a las redes sociales. Examinándome a mí misma descubrí que: 1) revisaba Twitter cada ocho minutos mientras estaba despierta; 2) revisaba Twitter cada cuarenta y ocho minutos durante mis horas de sueño. Como duermo unas ocho horas diarias, eso indica que me despertaba diez veces a revisar Twitter, y lo revisada ciento veinte veces al día” (p. 3).
No vayas a suponer que esto es un problema exclusivo de Nicole. En 2011 el Cisco World Technology Report reveló que la mitad de los jóvenes consideraba que “no podría vivir sin Internet”; que uno de cada tres jóvenes preferiría “la conexión a Internet en lugar de un automóvil” y el cuarenta y tres por ciento admitió que las redes sociales le interrumpen sus estudios tres o cuatro veces cada hora. Por supuesto, las redes sociales no son malas en sí mismas; lo malo es el uso inadecuado y desmedido que hacemos de ellas.
Ahora bien, si queremos usar sabiamente la conexión que nos brindan las redes sociales, entonces hemos de conectarnos a Jesús. El Señor dice en su Palabra: “Sigan unidos a mí” (Juan 15:4). Es la conexión con Cristo la que realmente alimentará nuestra mente y nuestro corazón. Si nos conectamos a la red del cielo por medio de la oración y del estudio de la Palabra de Dios tendremos una vida fructífera. ¿No quisieras estar conectado a Jesús 24/7?
#ConectadoaJesús

DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES 2016
#VISITAMIMURO
Por: J. Vladimir Polanco

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