octubre 11, 2013

LA ÚLTIMA GRAN SELECCIÓN | Matutina (J)

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Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda

Mateo 25:33

Viktor Frankl cuenta esta historia en su libro El hombre en busca de sentido último y la titula “La primera selección”: ‘Nos ordenaron formar en dos filas, una de mujeres y otra de hombres, para desfilar ante un oficial de alta graduación de las SS (los escuadrones de seguridad de la Alemania nazi).

Era un hombre alto y delgado, impecable y reluciente, y le sentaba perfectamente el uniforme. Había adoptado una posición aparentemente relajada, sujetándose el codo derecho con la mano izquierda. Movía con parsimonia el dedo índice de su mano derecha hacia un lado o hacia el otro, hacia la derecha o hacia la izquierda.

“En aquellos momentos, ignorábamos totalmente el siniestro significado de aquel leve movimiento de su dedo: apuntaba unas veces a la izquierda y otras a la derecha, con mayor frecuencia hacia la derecha.

“Al atardecer nos explicaron el significado del ‘juego del dedo’. Se trataba de la primera selección, el primer veredicto sobre nuestra aniquilación o nuestra supervivencia. Los pocos que nos habíamos salvado, del numeroso grupo inicial, conocimos la verdad aquella misma noche. Pregunté a los reclusos antiguos si sabían el posible paradero de mi amigo y colega.

“-¿Lo enviaron a la izquierda?

“-Sí -contesté.

“-Entonces allí lo tienes -fu e la respuesta.

“-¿Dónde?

“Su mano señaló una chimenea situada a unos cientos de metros de nosotros, que escupía una llamarada de fuego al cielo gris de Polonia.

“-Allí flota tu amigo elevándose hacia el cielo -contestaron con brusquedad-. Aun así no alcancé a comprender del todo sus palabras. Tuvieron que explicarme la verdad en toda su crudeza”.

La enorme injusticia de esta escena nos impide compararla sin explicaciones con la justa escena que menciona nuestro texto. Los judíos y los otros que murieron en las cámaras de gas de los campos de exterminio de los nazis eran inocentes. El Holocausto constituyó una de las injusticias más grandes de la historia. La frialdad con que el elegante oficial de las SS desviaba el dedo hacia la derecha o hacia la izquierda es espeluznante: decretaba la vida o la muerte con solo mover un dedo.

Cuando el gran Juez envíe a la derecha o a la izquierda a todos los seres humanos en el juicio final, sencillamente les indicará el camino que eligieron libre y voluntariamente. Elijamos con sabiduría hoy. Dios nos ha dado la libertad de elección para que decidamos personalmente nuestro destino. ¿Qué decisión tomarás?

MATUTINA PARA JÓVENES ¿SABÍAS QUE…?

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