Juntadme mis santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
Salmo 50:5.
Hay dos lecciones que aprender para que el alma sea purificada, ennoblecida y hecha idónea para las cortes celestiales: el sacrificio y el control propio. Algunos aprenden estas importantes lecciones con mayor facilidad que otros, porque son movidos por la disciplina sencilla, que el Señor les da con gentileza y amor.
Otros requieren la disciplina lenta del sufrimiento, para que el fuego refinador purifique sus corazones del orgullo y la dependencia propia, de la pasión terrenal y el amor a sí mismos, para que el oro puro del carácter aparezca y puedan llegar a ser victoriosos por la gracia de Cristo. El amor de Dios fortalecerá el alma, y por virtud de los méritos de la sangre de Cristo podremos permanecer incólumes dentro del fuego de la tentación y la prueba. Pero ningún otro ayudador puede aspirar a salvar sino Cristo, nuestra justicia, quien por nosotros es hecho sabiduría y santificación y redención.
La verdadera santificación no es ni más ni menos que amar a Dios de todo corazón, andar en sus mandamientos y ordenanzas sin culpa. La santificación no es una emoción, sino un principio nacido del cielo que subyuga todas las pasiones y los deseos al control del Espíritu de Dios; y esta obra es hecha por medio de nuestro Señor y Salvador.
La santificación espuria no glorifica a Dios, sino que conduce a los que la reclaman a exaltarse y glorificarse a sí mismos. Sea lo que fuere que experimentemos, ya sea que nos produzca alegría o tristeza, y que no refleje a Cristo ni lo señale a él como su autor… no es una experiencia cristiana genuina.
Cuando la gracia de Cristo es implantada en el alma por el Espíritu Santo, su poseedor se volverá humilde en espíritu y buscará la sociedad de aquellos cuya conversación gira en torno a temas celestiales. Entonces, el Espíritu tomará lo de Cristo y nos lo mostrará, y no glorificará al receptor sino al Dador. Por lo tanto, si usted tiene la paz sagrada de Cristo en su corazón, sus labios se llenarán de alabanza y acción de gracias a Dios.
El tema de sus pensamientos o conversación no será sus oraciones, el desempeño de sus deberes, su benevolencia, su negación propia, sino que magnificará a Aquel que se entregó a sí mismo por usted cuando todavía era un pecador. Usted dirá: “Me entrego a Jesús. He encontrado a Aquel de quien escribieron Moisés y los profetas en la Ley”. Al alabarlo, usted tendrá una bendición preciosa, y toda la alabanza y la gloria por lo que se logra gracias a sus esfuerzos serán devueltas a Dios —Signs of the Times, 19 de mayo de 1890.
MATUTINA PARA ADULTOS DESDE EL CORAZÓN
1 comentarios:
2015828dongdong
coach outlet
coach factory outlet online
michael kors outlet
michael kors outlet
jordan 6 cigar
louis vuitton
michael kors
fitflops sale clearance
cheap nfl jerseys
coach outlet
michael kors outlet
lebron james shoes
ralph lauren
fake oakley sunglasses
hollister clothing
cheap jordans
michael kors
coach outlet
mont blanc
toms outlet
tommy hilfiger outlet
nike sb
ugg boots
coach outlet online
giuseppe zanotti sneakers
fitflops
michael kors handbags
toms shoes
north face jacket
hollister outlet
jordan 6
true religion
louis vuitton outlet
true religion
ray ban outlet
coach factory outlet online
jordan 8s
replica watches
jordan 11
adidas originals
Publicar un comentario