Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.
Colosenses 1:9
Hace poco que murió mi madre. Uno de los recuerdos que tengo de ella es que cada noche oraba de rodillas ante su cama. Mi mamá mencionaba en sus plegarias a cada miembro de su familia. En especial oraba para que mi padre se entregara a Cristo. Esa fue una oración que Dios le contestó poco antes de que ella muriera.
También suplicaba por cada uno de sus hijos e hijas. De hecho, el bautismo de mi hermana mayor y de su esposo fue otra de sus oraciones contestadas. Su lista era larguísima, hasta el punto de que en ocasiones a mí me vencía el cansancio y me quedaba dormida mientras ella seguía orando.
Mientras ella vivía yo abrigaba la seguridad de que estaba suplicando por mí. Aunque estuviera fuera del país yo no sentía temor alguno, porque confiaba en que las oraciones intercesoras de mi madre llegarían a los oídos de Dios, quien en su infinito amor le contestaba fielmente.
Tras su muerte me perturbaba el terrible pensamiento de que ya nadie oraría por mí. Sin embargo, después de tanto llorar y hablar con Dios en oración, hoy comprendo que mi madre entendía muy bien que en la batalla del cristiano es muy importante la devoción personal. Es menester buscar a Dios en oración y abrir nuevos canales a través de los cuales Dios puede hacer cosas maravillosas. De lo contrario, si no lo hacemos, estaremos limitando su bendición.
Querida hermana, deseo exhortarte a acudir diariamente ante el trono celestial y reclamar las promesas que Dios nos ha confiado. Jesús nos dijo en Mateo 7:7-8: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad y se os abrirá, porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá».
Pongamos nuestra confianza en Cristo, quien escucha todas nuestras plegarias y conoce nuestros corazones. Las oraciones intercesoras cambian nuestras vidas y las vidas de los demás. Oremos las unas por las otras.
[Matutina para la mujer “Una cita especial”]
1 comentarios:
POR FAVOR INTERCEDAN POR UN GRAN MILAGRO
ORACIÓN CLAMANDO JUSTICIA DIVINA
OH PADRE SANTO, DIOS DE AMOR Y DE BONDAD, VENIMOS A TU SANTA PRESENCIA EN EL NOMBRE DE JESÚS, CON UN CORAZÓN CONTRITO Y HUMILLADO. RECONOCEMOS QUE SOMOS FRÁGILES Y PECADORES.
NO OBSTANTE QUEREMOS EN EL NOMBRE DE JESÚS, CLAMAR TU JUSTICIA DIVINA PARA ESTE CASO QUE TE PRESENTAMOS (EN EL CUAL INJUSTAMENTE ESTAMOS DEMANDADOS, MI PADRE, MI HERMANA TILA Y YO) EL CUAL TU SABES QUE HA SIDO FRUTO DE LA INJUSTICIA DE MIS HERMANOS Y MI HERMANA CARMELINA. VENIMOS A TU PRESENCIA PORQUE CREEMOS EN TI. POR QUE A PESAR DE QUE LOS HOMBRES SE EQUIVOQUEN, TU ESTAS POR ENCIMA DE TODO. POR ELLO CLAMAMOS QUE ABRAS SOBRE NUESTRAS VIDAS Y SOBRE DE MIS HERMANOS Y HERMANA CARMELINA, LAS COMPUERTAS DE TU DIVINA JUSTICIA Y SALGA EN CLARO LA VERDAD QUE NOS LLEVE A LA PLENA LIBERTAD. CIERTAMENTE EN MUCHAS ÁREAS DE NUESTRAS VIDA HEMOS PECADO, PERO EN ESTE CASO, NO HEMOS PROCEDIDO DELIBERADAMENTE EN LA MALDAD QUE NOS ACUSAN. TE QUEREMOS DAR GRACIAS POR LO QUE ESTE DOLOR NOS HA ACERCADO A TI Y TE CLAMAMOS QUE ACORTES EL TIEMPO DE LA TRIBULACIÓN PARA QUE TODOS CONOZCAN QUE HAY UN DIOS JUSTO Y MISERICORDIOSO. CONFORME A TU PALABRA, BENDECIMOS A MIS HERMANOS Y HERMANA CARMELINA QUE SON NUESTROS ENEMIGOS, GOLPEADORES Y OPRESORES. Y TE PEDIMOS PARA ELLOS LA SALVACIÓN DE SUS ALMAS Y LA DE SUS DESCENDENCIAS, DALE LA LUZ DE TU SANTO ESPÍRITU PARA QUE SALGAN DE LA OBSCURIDAD.
GRACIAS AMADO PADRE CELESTIAL POR ESCUCHAR NUESTRA ORACIÓN. POR ELLO NO TEMEREMOS, SINO QUE ESPERAREMOS CON CONFIANZA Y CONVICCIÓN TU PERFECTA VOLUNTAD.
AMEN. GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS.
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