La comunidad indígena Rai de Nepal arriesga su vida para recolectar la miel de la Apis laboriosa -o abeja melífera del Himalaya-, la mayor del mundo. Escalan a alturas de más de 70 metros sin equipamientos sofisticados de seguridad para llegar hasta las abejas. (Fotos: Caters)
En general, los Rai recurren a cuerdas y escaleras hechas de bambú y se meten en una nube de abejas en busca de miel.
Cuando encuentran una colmena pasan cerca de cuatro horas recolectando miel manualmente con ayuda de varas.
"Es un trabajo muy peligroso y muchos han muerto ejecutándolo", dice el fotógrafo francés Eric Tourneret, quien acompañó a los Rai una jornada en el valle de Bung.
Mientras uno de los hombres sube para derribar la colmena con una vara apoyándose solamente en la escalera de bambú, los otros se quedan en el suelo para recogerla.
"A pesar de ser una actividad peligrosa, ninguno parece intimidarse por tener que subir. Sus padres y sus abuelos les enseñaron", dice el fotógrafo.
La práctica se hace cada vez más difícil a medida que las abejas se aproximan a su extinción.
Tourneret explica que, a pesar de que su miel es una de las más valiosas que existen, los Rai no suelen venderla porque creen que tiene propiedades terapéuticas (aunque también puede ser tóxica). "En vez de eso, los hombres dividen la miel entre los pueblos de la región".
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