Esta es Leyna González. Cuando su madre tenía 17 semanas de embarazo, el ultrasonido reveló que tenía un tumor del tamaño de un melocotón cada vez mayor de su boca. La única manera de salvarla era quitarlo cuando aún ella estaba en el procedimiento de crecimiento en el vientre, este proceso nunca se había realizado antes.
El tumor, un teratoma oral, fetal, afecta a menos de uno de cada 100.000 embarazos, según informa The Guardian. Los padres de Leyna se les dijo que podría abortar el embarazo, o que se podía esperar a que crezca, hasta que fuese lo suficientemente desarrollado para nacer ella. Sin embargo, los riesgos que implica significaba que probablemente experimentar una hemorragia mortal a la entrega por el tumor. Se rogó a los médicos por otra solución.
El Dr. Rubén Quintero, un pionero en medicina fetal en la Universidad de Miami, le sugirió que podría, tal vez, cortar el tumor, mientras que el bebé se encontraba en el útero. Los padres no dejaron escapar la oportunidad.
El procedimiento difícil implicó el uso de un endoscopio, guiada por ultrasonido, para llegar a Leyna a través de una incisión pequeña en el abdomen de la madre.Entonces, utilizando un láser, Quintero cortar la masa en la boca del bebé.
Los cirujanos anunció el triunfo de ayer, pero en realidad el procedimiento se llevó a cabo hace dos años. Cinco meses después de la operación, Leyna nació sin problemas, excepto una pequeña cicatriz en la boca, con un peso 8lbs 1 oz Ella es ahora de 20 meses de edad, y en plena forma.
0 comentarios:
Publicar un comentario