El sismo de magnitud 7,4 que sacudió Guatemala este miércoles es el más fuerte desde el devastador terremoto que el 4 de febrero de 1976 causó la muerte de 25.000 personas y dejó pérdidas millonarias en el país centroamericano.
Así lo confirmó el director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), Eddy Sánchez, quien precisó que el sismo de hace 36 años tuvo una magnitud de 7,5 en la escala abierta de Richter.
Docenas de personas murieron y muchas otras se encuentran desaparecidas, tras el temblor que azotó la costa del Pacífico de Guatemala.
La región más afectada es San Marcos, cerca de la frontera con México.
Algunos edificios colapsaron por el sismo. El terremoto se sintió también a cientos de kilómetros, en México y El Salvador.
El número de heridos y víctimas mortales puede ascender conforme se vaya reconociendo la zona de la catástrofe.
Los equipos de rescate acudieron a socorrer a un grupo de personas que se temía hubieran quedado enterradas en una cantera de arena.
Muchas carreteras quedaron en estado intransitable. El país se prepara para las posibles réplicas.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, declaró el estado de alerta y aconsejó que se evacuaran los edificios altos o muy habitados.
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