
“Amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar” (Mat. 6:20). Cierto día, un joven que había sido alumno de mi esposo le llevó a su oficina una linda piedrecita dorada. -Pastor, esto es oro -le dijo-. Esto vale mucho dinero....