“Pues aun vuestros cabellos están contados. Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos”. Mateo 10:30, 31.
Conocí a Laura después de las reuniones de Semana Santa, en mi iglesia. Se había ofrecido una Biblia a quienes habían asistido y fui a llevársela a su casa. Llevaba también las guías para invitarla a que la estudiáramos juntas.
Ella estaba deseosa de conocer más de la Palabra de Dios y de encontrar el sosiego que buscaba. “¡Tengo tantas decisiones que tomar!”, me dijo. Con necesidad de desahogarse, me contó su vida. Ella era el retrato de muchas mujeres que viven en nuestro tiempo afrontando disyuntivas difíciles: su matrimonio estaba destrozado y le urgía resolver situaciones dolorosas que exigían esfuerzo, decisión y coraje. Mientras enumeraba sus problemas, su rostro estaba tenso, había lágrimas en sus ojos y su voz clamaba ayuda.
¿Eres una madre que debe hacer frente al hogar sola? ¿Te faltan fuerzas? ¿Tienes miedo? Jesús puede entenderte. Él, en este mundo, sufrió también menosprecio, violencia, dolor, infamia y soledad. Fue traicionado y llevado a la muerte por quienes había venido a salvar. Él conoce tus noches de insomnio, tus días desbordados de quehaceres, las cuentas que deben ser saldadas, la casa que está a la venta, conoce a tus hijos que necesitan educación y ejemplos dignos de imitar… Sí, Jesús te conoce. Hasta tiene contados tus cabellos.
Él quiere hablarte al corazón y darte la confianza, la paz y la seguridad que necesitas. Con gran amor te dice: “Porque yo, el Señor, soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isa. 41:13). En medio de las tormentas de la vida sentirás que está a tu lado. Reclama sus promesas. Toma su mano. Tu día será distinto y podrás avanzar confiada.
Laura estudió con avidez la Palabra de Dios. Dejó todos sus planes en las manos poderosas que podían conducirla y ayudarla. Hoy, agradecida, comparte su experiencia con sus allegados. Todavía tiene muchas decisiones que tomar; pero siente que el Dios que no la abandonó en sus peores momentos no la abandonará nunca. Ella vale más que muchos pajarillos que no caen a tierra sin que nuestro Padre lo note. Y tú también.
Rosa Otto de Quispe, Argentina
ECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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