junio 20, 2014

Las polillas destructoras | Matutina para Mujeres

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“La mujer virtuosa es corona de su marido; más la mala como carcoma en sus huesos”. Proverbios 12:4.
Hay dos virtudes altamente beneficiosas para proteger cualquier situación dentro del matrimonio: el respeto y la admiración. Bien direccionadas, ambas darán muchos frutos de prosperidad y unión en la pareja. El respeto es una virtud básica para que la relación matrimonial no sufra heridas que con los años, si no se curan, se convierten en llagas que jamás se cerrarán.
La calidad humana, la fuerza interior, la mansedumbre o la violencia quedarán al descubierto a la hora de tener fuertes desacuerdos con el cónyuge, incluso por cosas insignificantes. Es allí donde debemos exigirnos autocontrol para no hablar de una forma necia ni ahuyentar el respeto a nuestro esposo.
Cuando el respeto se pierde, el amor se seca, pues es ahogado por el egoísmo y el sentimentalismo. ¿Quieres proteger el amor? El silencio será tu mejor arma y te ayudará a desarrollar la agudeza femenina y la sabiduría celestial que Dios te concede para mantener un sano vínculo conyugal. Por otro lado, la admiración es fundamental para permanecer, con amor y verdadero compromiso, al lado de tu pareja.
Es triste ver mujeres que se casan enamoradas, y poco a poco pierden la admiración que un día dijeron sentir por su esposo. Algunas expresiones como: “Cuando me casé con él prometía tanto…”, “no tiene deseos de superación, es conformista”, “en realidad no siento que haya nada en él que me motive a admirarlo”, indican la pérdida de admiración. Las mujeres que se expresan así solo aman con los ojos y se desilusionan cuando la convivencia no responde a sus expectativas.
Para admirar a nuestro esposo tenemos que sentir sano orgullo hasta de sus más pequeños logros. Es mejor decir: “Soy la fan número uno de mi esposo” o “estoy pendiente de que en el trabajo y la iglesia luzca bien vestido” o “soy la que más aplaude su dedicación e inteligencia”.
Querida amiga, Dios hizo a la mujer para ser una bendición que complemente y adorne la vida del hombre. Él es la cabeza de la familia y nosotras somos su gloriosa corona. Si el respeto y la admiración se desvanecen, solo nos queda el camino de la deshonra.
María del Pilar Calle de Hengen, Uruguay

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ECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com

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