“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”. Romanos 12:12.
Desde la lógica humana, el orden del texto de hoy sería así: “Sufridos en la tribulación, constantes en la oración, gozosos en la esperanza”, porque generalmente asociamos lo que nos sucede de esta manera: el sufrimiento y la tribulación nos llevan a buscar a Dios en oración, y la respuesta a nuestras oraciones produce gozo y alegría.
No obstante, Pablo enfatiza que la esperanza capacita al cristiano para ir, por fe, más allá de la oscuridad y la tribulación. En la lógica del apóstol la esperanza produce gozo, un gozo que es capaz de permear la tribulación, y esto solo se consigue con una vida de comunión constante.
Luzmila es una mujer de 75 años, que conoció al Señor y su iglesia hace aproximadamente 33 años. Su entrega a Dios se ha manifestado todos estos años en los frutos maduros que exhibe una vida de comunión, fidelidad y servicio. Hace alrededor de dos años, le tocó afrontar una gran prueba.
Su esposo, ya de noventa años, enfermó gravemente y estuvo hospitalizado durante dos meses. Los médicos vieron su caso muy difícil, y pensaron que poco se podía hacer por él. Sus hijos se desesperaron ante la situación pues no entendían por qué su anciano padre tenía que pasar por esa situación de enfermedad, incertidumbre y dolor.
Un día, le pregunté a Luzmila:
–¿Cómo se siente, Luzmila, ante esta situación?
Ella me respondió serenamente:
–Doy gracias al Señor, porque es en estas circunstancias cuando mi fe crece, estoy preparada para lo que el Señor determine. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13).
El esposo de Luzmila se recuperó milagrosamente, y hoy ambos asisten felices a la iglesia y testifican con más entusiasmo el poder de Dios.
Querida amiga, la fe mueve montañas. El mismo Señor lo dijo: “De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, […] sino que a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho” (Mat. 21:21). En la vida cristiana la esperanza produce gozo, la tribulación hace que la fe crezca, y la comunión con Dios es la clave para convertir las pruebas en experiencias victoriosas. Que Dios fortalezca tu fe, tu esperanza y tu relación con él.
Doris de Casildo, Perú
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ECTURAS DEVOCIONALES PARA LA MUJER 2014
”DE MUJER A MUJER” by: Pilar Calle de Henger, Imagen by: v3wall.com
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