diciembre 25, 2013

El mejor regalo | Matutina (Mujer)

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¡Gracias a Dios por su don inefable!
2 Corintios 9:15
En esta época del año tenemos muchos motivos para sentirnos generosas. Los regalos que se intercambian tienen por lo general la intención de generar un impacto positivo en quienes los han de recibir. Los que consideran que el valor de un regalo se mide en pesos y centavos, esperan un obsequio de elevado precio.
Otros quizá piensan que los regalos navideños son derroches innecesarios. Por otro lado, un tercer grupo de personas considera que, al hacer un regalo, lo que se intenta es entregar una muestra de aprecio y del cariño que se siente por la persona que lo va a recibir.
Es posible que hoy estés pensando en hacer un obsequio a las personas que están cerca de tu corazón y no sepas qué escoger. Por esa razón deseo hacerte algunas sugerencias:
• Tiempo. Piensa en qué forma puedes pasar más tiempo con ellos.
• Atención. Escucha con interés las inquietudes de tus amigos y seres queridos.
• Sonrisas. Hermosea tu rostro con una expresión de alegría.
• Caricias. Una mano cariñosa, un toque de comprensión, una muestra de sensibilidad… marcarán la diferencia.
• Palabras. Una frase de aprobación puede ser un bálsamo suave y perfumado.
• Alegría. Tu sola presencia debe constituir un motivo de alegría para tus allegados.
Al ofrecer los anteriores obsequios habrás ofrecido a tus seres amados los mejores dones, sin gastar ni un solo centavo. Recuerda asimismo que el mejor regalo que se puede ofrecer es compartir el don que Dios te dio al enviar a su Hijo para que todos pudiéramos tener salvación, y por consiguiente vida eterna.
El don de Jesús es el eje central de la Navidad, aunque hoy en día el consumismo ha desvirtuado la celebración navideña. Incluso la presencia del niño Jesús ha sido prácticamente sustituida por la figura de un señor de barbas blancas que nada tiene que ver con el precioso don de la salvación. En nuestros hogares, además de un árbol conmemorativo, debería primar la presencia del Espíritu de Dios. Pidamos al Señor que nuestros hogares sean un altar rebosante de gratitud por todos sus dones.
Hermana y amiga, ¡comparte hoy la gracia y la misericordia que te fueron dadas cuando Dios te llamó “hija” y te dio por herencia la vida eterna! Que el buen Jesús nos ayude a recordar en esta época su gran sacrificio por nosotras y por nuestra familia.
MATUTINA PARA LA MUJER “ALIENTO PARA CADA DÍA” by: Erna  Alvarado, Imagen by: v3wall
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