Centenares de contenedores con armas químicas yacen en el lecho del mar Negro, cerca de la costa ucraniana, denuncian ecologistas. Advierten de que se avecina una grave catástrofe medioambiental.
Según los activistas, en 1941, durante la ofensiva nazi, las tropas soviéticas, que contaban con poco tiempo, optaron por hundir en el mar las armas químicas que en aquel entonces ya estaban prohibidas. Más precisamente, se trataba de un total de 1.200 contenedores con sustancias químicas con las que se cargaban bombas aéreas. En 2010 expiró el periodo de vida útil estimado para estos contenedores.