Al menos dos personas murieron y decenas resultaron heridas después de que un avión de pasajeros de la aerolínea surcoreana Asiana Airlines se estrelló este sábado durante el aterrizaje en el aeropuerto de San Francisco.
El director ejecutivo de la aerolínea, Yoon Young-doo, dijo que no creía que la causa del accidente haya sido una falla mecánica. No obstante, se negó a atribuir la responsabilidad del incidente a un error del piloto.
En un principio, y en vista de la magnitud del daño sufrido por el fuselaje del avión, se temía que el número de fallecidos fuera elevado, aunque con el paso de las horas se confirmó que la mayoría de los que viajaban en la aeronave lograron abandonarla antes de que esta fuera engullida por las llamas.
Aunque fuentes oficiales indican que para la medianoche del sábado al menos 40 personas heridas estaban hospitalizadas en estado critico, los analistas en seguridad aérea coinciden en decir que el desastre fue menor de lo que podría haber sido.
En el momento del accidente -que ocurrió alrededor de las 11:30 hora local (18:30 GMT)- el Boeig-777 proveniente de Seúl llevaba a bordo 291 pasajeros y 16 miembros de la tripulación.
La jefa de los bomberos de San Francisco, Joanne Hayes-White, informó en rueda de prensa que unas 180 personas fueron trasladadas a hospitales de la ciudad, 40 se encuentran en estado crítico.
Según los responsables de Asiana -la segunda mayor aerolínea surcoreana después de Korean Air- en la aeronave viajaban 141 chinos, 77 surcoreanos, 61 estadounidenses y un japonés.
Los dos fallecidos reportados hasta la madrugada del sábado tenían pasaporte chino, según informó desde Seúl un portavoz de Asiana.
Los primeros datos que se tienen del accidente indican que la cola del avión se desprendió del aparato en la maniobra del aterrizaje.
Los primeros socorristas llegaron al lugar mientras los espectadores horrorizados en el terminal aéreo temían lo peor.
Los médicos encontraron los cuerpos de dos niñas chinas en la pista, junto a los restos en llamas del avión. La aerolínea identificó a las niñas como las estudiantes Wang Linjia y Ye Mengyuan, ambas de 16 años.
Sorprendentemente, las otras 305 personas que estaban en el avión sobrevivieron al accidente en la mañana del sábado. Un total de 70 estudiantes y profesores chinos se dirigían a un campamento de verano en Estados Unidos, según reportó la agencia estatal china Xinhua.
“Somos afortunados de que no hubo mayor pérdida de vidas”, dijo la jefe de bomberos de San Francisco, Joanne Hayes-White.
Cuando los socorristas llegaron, encontraron a algunos de los pasajeros saliendo del agua.
“Había fuego en el avión, así que la suposición puede ser que se acercaron al borde del agua, que es muy poco profunda, a lo mejor para empaparse ”, dijo Hayes-White.
Mientras que 182 personas fueron llevadas a hospitales con heridas desde fracturas de columna hasta moretones, otras 123 pudieron salir ilesas.
Algunos saltaron o se deslizaron por las rampas de emergencia con su equipaje.
Un vuelo tormentoso
El accidente terminó con un vuelo que hasta entonces había sido normal habiendo partido de Shanghái, China. Hizo escala en Seúl, Corea del Sur, antes de volar durante de 10 horas hacia San Francisco.
Entre los 291 pasajeros había 141 chinos, 77 surcoreanos, 61 estadounidenses y un japonés, dijo Asiana Airlines. La aerolínea es una de las dos más grandes de Corea del Sur; la otra es Korean Air.
Al comando del avión estaba uno de los pilotos veteranos de Asiana, quien había volado durante 17 años, dijo la aerolínea el domingo. Otros tres pilotos también estaban a bordo, trabajando por turnos.
Una vez el avión cayó fuera de la pista, los pasajeros vivieron una montaña rusa.
“Mientras el avión aterrizaba, pensé que parecía que el piloto estaba despegando de nuevo”, dijo el pasajero Noni Singh.
El avión cayó con brusquedad.
“Y luego sólo el estruendo, la parta de atrás del avión se rompe y vuela por los aires”, dijo Elliott Stone, otro pasajero, “y todo el mundo se va hacia el techo”.
Humo negro oscuro salió del avión mientras yacía sobre su vientre, sin tren de aterrizaje a la vista.
El techo estaba carbonizado y, en algunos lugares, había desaparecido. La parte trasera del avión había sido cercenada por completo.
Llamas y el humo salían de las ventanas.
“Honestamente, estaba esperando que el avión empezara a dar vueltas, y en ese caso creo que muchas personas habrían muerto”, dijo Levy.
“Si nos hubiéramos volteado, ninguno de nosotros estaría acá para contarlo”.
La gran pregunta
Determinar la causa exacta del accidente podría tomar hasta dos años, dijo Choi Jeong-ho, jefe de la Oficina de Aviación de Corea del Sur.
Investigadores surcoreanos trabajarán conjuntamente con funcionarios estadounidenses de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte.
Las cajas negras del avión fueron recuperadas y están en camino a Washington, dijo la Junta este domingo.
La aerolínea compró el avión, un Boeing 777-200, en marzo de 2006. El CEO y presidente de Asiana Yoon Young-doo dijo que no hubo falla en los motores, hasta donde sabe.
“La compañía realizará un análisis preciso sobre la causa de este accidente y tomará fuertes medidas de seguridad en el futuro con la lección aprendida de este accidente”, dijo Yoon.
No es la primera vez
Antes del desastre del sábado, Asiana Airlines tuvo dos accidentes mortales en los últimos 20 años.
En 1993, un accidente cerca al Aeropuerto Mokpo dejó 68 personas muertas de las 116 a bordo. El 737-500 cayó por mal tiempo cuando el avión hacía su tercer intento de aterrizaje, dijo la Red de Seguridad de Aviación.
Y en 2011, un avión de carga que se dirigía de Seúl a Shanghái cayó al mar de China Oriental, matando a las únicas dos personas a bordo.
Quizá una de las razones por las que tantas personas sobrevivieron al accidente del sábado es que el Boeing 777 está construido para que todos puedan salir del avión en 90 segundos, incluso si la mitad de las puertas no funcionan.
0 comentarios:
Publicar un comentario