Entre lo creado por Dios, entre lo que una vez no existía pero luego llegó a existir, estaba la hueste angélica. El principal ser creado en esa hueste fue conocido como Lucifer, cuya caída registra Ezequiel 28 bajo la figura del rey de Tiro.
Lee Ezequiel 28:12 al 19. ¿Qué descripción se brinda aquí de Lucifer? ¿Qué clase de ropa tenía él, y que podría representar esto? (Lea Texto )
13 En Edén, en el huerto de Dios, estuviste.
De toda piedra preciosa era tu vestidura:
de cornerina, topacio, jaspe,
crisólito, berilo y ónice;
de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro.
¡Los primores de tus tamboriles y flautas
fueron preparados para tien el día de tu creación!
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Designando a Lucifer como "hijo de la mañana", Isaías 14:12 registra cómo Dios lo describió en su condición no caída. En Ezequiel 28:12, Dios lo describe como "el sello de la perfección"; la palabra sello podría ser traducida como "diseño" (4 CBA 705).
Lucifer también fue descrito como "lucero". En hebreo, helel ("el que brilla") y sus equivalentes en los otros idiomas semíticos se aplicaban comúnmente al planeta Venus cuando aparecía con brillo sin igual, como estrella matutina.
Imagínate vistiendo una ropa hecha tal vez de rubíes, diamantes, topacios, berilos, jaspe y otras joyas engarzadas en oro. Aunque intentáramos visualizar los colores de la ropa de Lucifer (rojo, amarillo, verde, azul, turquesa, verde oliva), nuestra visión terrenal de las joyas celestiales y de los colores majestuosos nunca nos permitiría admirar el manto como lo podrían hacer los ángeles. Como ser celestial, adornado con tal esplendor y con la posición más elevada entre ellos, Lucifer seguramente debió haber tenido el respeto y el afecto de todos los demás ángeles.
Los ángeles deseaban hacer lo que se les pedía. Reflejaban la belleza de su Creador y lo alababan por el privilegio de vivir en un paraíso de armonía celestial. Su constante alabanza a su Hacedor inspiraba un amor abnegado de los unos por los otros y, mientras ese era su único deseo, vivieron en un ambiente inigualado, amante y constante.
¿Cómo podríamos imitar el ambiente celestial en la armonía, la perfección y el amor en nuestros hogares, lugares de trabajo e iglesias? Analiza maneras específicas en que nuestra existencia terrenal podría reflejar mejor la gloria y el amor de nuestro
Tomado: Guia Estudio Esc. Sabatica.11
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