enero 05, 2015

Necesitamos una justicia definitiva | Matutina para Jóvenes 2015

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Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
2 Pedro 3:13.
¿Te sentiste alguna vez atropellado por alguien? ¿Sufriste la calumnia, la infamia, el maltrato, la injusticia y, sin embargo, la persona que te dañó sigue igual, por el mundo, sin arrepentirse y disfrutando de una vida aparentemente exitosa, mientras que tú has sido perjudicado por ella?
¿Has oído hablar de aquellos que han padecido terribles maltratos, tortura y muerte en campos de concentración, mientras que los jerarcas militares o los políticos que maquinaron semejantes atrocidades viven una vida reposada, refugiados en algún país que los protege? ¿O de aquel violador que vejó a varias jovencitas y anda muy campante, mientras que esas chicas tienen que cargar con las secuelas de por vida?
Esta existencia terrenal está llena de injusticias, y en nuestro fuero íntimo hay una voz legítima que clama porque las cosas se pongan en orden, que se haga justicia. Y encontramos que a veces la justicia nunca llega a concretarse en esta vida terrenal.
Y, lo que es más importante, en tu ser más íntimo, ¿sientes la necesidad de que haya Alguien, con mayúsculas, que sea el Juez perfecto y absoluto del universo, que tenga la capacidad de conocer con exactitud y suficiente amplitud todos los hechos, y posea la capacidad, incluso, de leer lo que hay realmente en el corazón? Porque sabes que, si existiera Alguien así, podría, delante del universo, vindicar tu causa, limpiar tu nombre, exaltar a quienes obran con justicia.
Y también podría condenar para siempre las acciones reprobables de quienes se deleitan en el mal y obran con prepotencia e impunidad.
Pues, bien, ese ser existe: es Dios, el Creador y Sustentador del universo; el ser infinito en amor, bondad, sabiduría y poder. Pero, aunque ha tolerado desde hace milenios la maldad y la injusticia humanas, porque respeta la libertad del hombre, ha dicho que algún día juzgará a la humanidad, hará justicia y compensará a los hombres de buena voluntad por lo que han padecido.
Por eso, la doctrina cristiana del Juicio Final, lejos de ser motivo de congoja e inseguridad para los hombres y las mujeres de bien, es una de las mejores noticias del evangelio.
DEVOCIÓN MATUTINA JÓVENES 2015 EL TESORO ESCONDIDO
Un encuentro con Dios en tu juventud Por: Pablo M. Claverie
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