diciembre 26, 2014

Suegra y nuera, ¿buenas amigas? | Matutina para Mujeres

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“No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios”.
Rut 1:16.
Una de las primeras cosas que me llamó la atención del libro de Rut, fue el significado de los nombres de los tres personajes femeninos: Noemí significa “dulzura, placentera”, Orfa “la que da la espalda” y Rut “amiga”. Las actitudes que se desprenden de estos nombres son las que dan estructura al contenido del libro.
Cuando las tres mujeres perdieron sus esposos, Orfa volvió con su familia de origen, pero Rut se negó a abandonar a su suegra, a la que se había aferrado como a una buena amiga. Por el amor que sentía por ella y por su cálida amistad, acompañó a su suegra, aunque eso le significó dejar Moab, donde moraba su familia de origen, e irse a vivir con Noemí a Belén.
Ambas mujeres llegaron juntas, unidas por su desgracia y en extrema soledad y pobreza. Rut, por ser la menor y haciéndose cargo de la situación, fue a los campos a cosechar trigo y cebada para obtener su alimento, como lo podían hacer los pobres en aquella época, y allí conoció a Booz, familiar de Noemí, con quien luego se casó y tuvo un hijo, Obed, que según las leyes de entonces fue considerado descendiente de Noemí.
Lo que más me impacta de este relato es cómo describe el vínculo familiar suegra-nuera que, generalmente, suele ser tildado de difícil y problemático. A partir de la relación entre Noemí y Rut pude entender cómo, en nuestras relaciones familiares, se pueden crear vínculos que traigan felicidad y amortigüen el dolor.
La tristeza de Noemí no la dejaba hacer el duelo por su esposo y sus hijos: “No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara” decía. Fue una manera de pedir: “No me llamen dulzura, placentera, sino amarga”.
Rut hubiera podido huir de la depresión de su suegra; sin embargo, su afecto fortaleció el vínculo. Le aseguró a Noemí que la acompañaría hasta el final. “¡No me pidas que te deje y me separe de ti! Iré a donde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
Moriré donde tú mueras, y allí quiero ser enterrada” (Rut 1:16, 17, DHH). El amor fortalece las relaciones.
María Elena Pastorini, Argentina
DEVOCIÓN MATUTINA PARA LA MUJER 2014  DE MUJER A MUJER
Recopilado por: Pilar Calle de Henger
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