Incluso el más mínimo error durante una operación para extraer las más de 1.300 barras de combustible en la central nuclear de Fukushima en Japón podría desencadenar a una serie de fallos con un resultado apocalíptico.
El operador de Fukushima TEPCO planea extraer 400 toneladas en barras de combustible gastado que se encuentra almacenado en una piscina en el reactor dañado de la planta número 4. La eliminación tendría que hacerse manualmente desde la parte superior del edificio afectado en un entorno de contaminación radiactiva.
En el peor de los casos, un mal manejo de una de estas barras podría resultar crítico, derivando en una crisis en la superficie del planeta por la liberación de lluvia radiactiva que sería imposible de detener, explicó a RT la investigadora Christina Consolo, fundadora y conductora de Nuked Radio.
"A pesar de que la eliminación de barras de combustible ocurre a diario en las más de 430 plantas nucleares en todo el mundo, es un procedimiento muy delicado, incluso bajo las mejores circunstancias”, advierte Consolo.
"Lo que hace que la eliminación de combustible en Fukushima sea tan peligrosa y compleja es que se trata de una piscina de combustible cuya integridad se ha visto gravemente comprometida", explica la especialista, que subraya que, no obstante, "debe intentarse", ya que "el Reactor 4 tiene los problemas estructurales más importantes y esta piscina se encuentra en la planta superior del edificio".
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