marzo 09, 2017

Que no te echen al mar, ¡SALTA! | Matutina para Menores

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“Jesús dijo a sus discípulos: ‘No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos‘ “(Luc. 17:1,2).

se cuenta que en la época de Alejandro Magno hubo un marinero llamado Diómedes, que recorría los mares en una galera atacando navios, saqueando cargamentos. Era un pirata. Por sus muchas fechorías, DIómedes fue apresado y enviado ante la presencia de Alejandro Magno, el gran conquistador.
-¿Cómo te has atrevido a perturbar los mares de esa forma? -quiso saber Alejandro Magno.
-Creo que esa pregunta está equivocada -repuso el pirata-; más bien, debería preguntarse a sí mismo cómo se atreve a perturbar la tierra.
-¡¿Pero qué dices?! -exclamó Alejandro, enojado.
-Déjeme que me explique -comenzó a responder Diómedes, el pirata-. Yo no poseo más que una galera, y por lo tanto no puedo hacer gran daño, mientras que usted es el jefe de un gran ejército y va llevando por todas partes la guerra.
Esas palabras hicieron reflexionar a Alejandro, quien decidió conceder grandes honores a aquel pirata por su inteligencia. Le dio riquezas, con la condición de que dejara de robar y se convirtiera en un hombre honrado. Esas palabras también me hacen reflexionar. Hacen que me de cuenta de que cuanto más elevado sea el puesto que ocupo, cuantos más amigos y amigas tenga, cuanta más gente haya que me quiera y me admire, mayor responsabilidad tengo de obrar el bien.
A veces, pensamos que vivimos para nosotros mismos, que nadie nos observa y que a nadie le importa lo que hagamos; pero no es así. La gente nos mira, se fija en lo que hacemos y decimos. Todos tenemos influencia sobre los demás. No existe una sola persona en el mundo que influya sobre nadie. Ahora bien, no es lo mismo ser el delegado de la clase o el maestro de Escuela Sabática, que una persona que pasa desapercibida. Aunque todos debemos ser prudentes, quienes ejercemos mayor influencia debemos ser todavía más cuidadosos.

By:Patricia Navarro

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